El controvertido bautizo de
Urano
El controvertido bautizo de Urano.
Tras su descubrimiento en el año 1781, William Herschel bautizó al planeta que había descubierto con el curioso nombre de Estrella de Jorge, “Georgium Sidus”, en un particular y exótico homenaje al rey que acababa de perder gran parte de sus posesiones en América del Norte, Jorge III de Inglaterra.
El "Planeta Jorge" siguió con esa denominación hasta mediados del siglo XIX, a pesar de la oposición de un grupo de influyentes astrónomos, liderados por Johann Elert Bode; cuyos argumentos insistían, en que Herschel debía continuar con la arraigada y antigua tradición mitológica, si los nombres de los planetas contiguos eran Marte, Júpiter y Saturno, el nuevo objeto debía bautizarse Urano.
Bode amparaba su punto de vista en que se debía continuar la secuencia genealógica: nieto, padre, abuelo. El abuelo (padre de Saturno) era Urano, el cual era la personificación del cielo estrellado, siendo un buen tema para bautizar al nuevo planeta. Por otra parte, el astrónomo francés Joseph Lalande, propuso bautizar al nuevo planeta como “Herschel”, pero este planteamiento no fue tomado en cuenta, ya que la mayoría de los astrónomos se inclinaba por apoyar la propuesta de Bode; finalmente John Couch Adams en el año 1850, introdujo formalmente el nombre Urano a los almanaques y catálogos ingleses; resultando en el triunfo de Bode y su argumento.
Fuentes:
https://en.wikipedia.org/wiki/Uranus