Soles jóvenes todavía se encuentran dentro de la polvorienta nebulosa NGC 7129, situada a unos 3.000 años-luz de distancia en la constelación de Cefeo (Cepheus).
Mientras estas estrellas son infantes en su vida estelar, con apenas unos pocos millones de años de edad, nuestro Sol surgió en un ambiente parecido, solo que hace unos 5.000 millones de años.
Lo más notable en esta detallada imagen son las preciosas nubes de polvo, que reflejan la juvenil luz estelar en tonalidades azuladas que contrastan contra el oscuro fondo del cielo.
Hacia el centro de la imagen, en forma de compacta media luna, se encuentran las señales de objetos estelares muy jóvenes, conocidos como objetos Herbig-Haro: la forma y color es característico del gas hidrógeno, brillando intensamente, conmocionado por los chorros que expelen las estrellas recién nacidas.
Los largos filamentos de emisión, que brillan en tonalidades rojizas, se mezclan con las azuladas nubes en un extraordinario fenómeno de fotoluminiscencia, que convierte la invisible radiación ultravioleta de las estrellas, en este colorido espectáculo en luz visible.
Al final, formadas las estrellas, las mismas dispersarán el gas en el medio interestelar, y como un conglomerado, se desplazarán en torno a la galaxia.
El cuidadoso procesamiento de la imagen, ha puesto de manifiesto débiles hebras de coloración rojiza, que están siendo analizadas como un probable remanente de supernova.
A la distancia estimada de NGC 7129, esta visión telescópica se extiende por más de 40 años-luz.
Crédito de la imagen: Robert Gendler, Roberto Colombari, Eric Recurt, Adam Block.
Datos adicionales: Subaru (NAOJ).