Galaxias encadenadas        

  

Las galaxias NGC 5216 (arriba) y NGC 5218 realmente se encuentran conectadas por un conducto de materia. De hecho, ese conducto es un sendero cósmico de estrellas, gas y polvo, que se extiende por unos 22.000 años-luz. También conocido como el Sistema Keenan, debido a su descubridor, o Arp 104, este par de galaxias entrelazadas se encuentra a unos 17 millones de años-luz, en regiones del cielo pertenecientes a la constelación de la Osa Mayor.

El sendero de residuos que une estas dos galaxias es consecuencia de las mareas gravitatorias producidas en una descomunal colisión galáctica, y que en la imagen se evidencian en la visible distorsión de los brazos espirales de NGC 5216.

Forjado en miles de millones de años, el resultado final de tal interacción galáctica, será una galaxia mucho mayor. Los científicos han develado en la actualidad que este tipo de evento constituye un mecanismo normal en el proceso evolutivo de las galaxias.

Crédito: 

Adam Block, Mt. Lemmon SkyCenter, Arizona.