Separadas por cerca de 14 grados en el cielo (el equivalente al tamaño de 28 lunas llenas), las galaxias espirales M31 (a la izquierda) y M33 son dos de los mayores miembros del Grupo Local, que conjuntamente con nuestra galaxia, la Vía Láctea, constituyen los miembros principales de este conglomerado.
Este mosaico telescópico captura los coloridos detalles de estas dos galaxias, que parecen estar equilibradas a ambos lados de la estrella Mirach (en el centro), la segunda estrella de la constelación de Andrómeda.
Sin embargo, las distancias reales son muy distintas: M31, también conocida como la galaxia de Andrómeda, se encuentra a 2,5 millones de años-luz de distancia y M33, la galaxia del Triángulo, lo está a 3 millones de años-luz. La distancia a la que se encuentra la estrella Mirach palidece ante estas anteriores: apenas 200 años-luz del Sol, dentro de la Vía Láctea, junto con las nubes oscuras de polvo que sirven como colofón a este paisaje cósmico.
Aunque se ven muy separadas, M31 y M33 se encuentran asociadas gravitacionalmente. Los radioastrónomos han encontrado indicios de un puente de gas de hidrógeno neutro entre ellas, posible evidencia de un encuentro cercano en el pasado remoto.
Sobre la base de mediciones, las simulaciones realizadas con computadoras predicen que la Vía Láctea, M31 y M33 se encontrarán sometidas a grandes interacciones en el futuro lejano, dentro de miles de millones de años.
Crédito de la imagen: Rogelio Bernal Andreo (Deep Sky Colors).