El centro de nuestra galaxia          

 

Cuando miramos hacia la constelación de Sagitario, la vemos acompañada de una nubosidad. En las noches diáfanas y con poca iluminación, esa nubosidad se extiende a ambos extremos del firmamento: estamos mirando hacia el Ecuador de nuestra galaxia.

 

Llamada Ciklos galactikos (Vía Láctea) por los griegos o Wakah Chan (Serpiente erguida) por los mayas, desde nuestro punto de visión, la intensa luminosidad producida por el centro galáctico es eclipsada por las nubes de polvo de los brazos de Sagitario y Centauro, situados entre nosotros y el referido centro.

 

Gracias a la existencia de este polvo, podemos disfrutar de noches oscuras. De no ser así, las mismas serían muy iluminadas y no podríamos disfrutar de noches estrelladas.

Crédito de la imagen: Ernesto Romero, Jesús Guerrero. (c) ALDA 2013.