La nebulosa planetaria Abell 36          

 

La preciosa mortaja gaseosa de una moribunda estrella, similar al Sol, forma la nebulosa planetaria Abell 36.

 

Esta nebulosa se encuentra a tan sólo 800 años-luz de distancia en la constelación de Virgo (Virgen). A esa distancia, el área que ocupa esta fotografía se extiende por unos 1,5 años-luz.

 

Expeliendo sus capas exteriores, la estrella central de la nebulosa se contrae y se hace más caliente, evolucionando hacia la fase final de su evolución: una estrella enana blanca.

 

De hecho, en Abell 36, se estima que la estrella central puede tener una temperatura superficial de unos 73.000 K, en comparación con la de nuestro Sol, de 6.000 K.

 

Como resultado, la estrella intensamente caliente es mucho más brillante en luz ultravioleta, en comparación con su apariencia visual, es esta imagen. La invisible luz ultravioleta ioniza los átomos de hidrógeno y oxígeno en la nebulosa y potencia el hermoso resplandor de la nebulosa en luz visible.

 

Crédito de la imagen: Adam Block, Mt.Lemmon SkyCenter, Univ. Arizona.