Las Pléyades - M 45             

 

 

Las Pléyades o Pleiades, también conocidas como las siete hermanas, las siete cabrillas, Messier 45, M45, Cr 42 y Mel 22, es un cúmulo abierto que contiene estrellas calientes tipo B de joven a mediana edad. Se ubica en la constelación de Tauro, a 444,2 años luz (136,2 ± 1,2 Pc, según GAIA DR2). Es uno de los cúmulos de estrellas más cercanos a la Tierra y el más visible del cielo nocturno con una magnitud aparente de +1m,6. Desde la antigüedad ha sido conocido por culturas de todo el mundo, siendo referido en libros como la Biblia y el Popol Vuh.

 

Las derivaciones sugeridas de su nombre, originario del griego antiguo,  incluyen "navegar", “lleno, muchos o multitud" y "bandada de palomas". Las tres derivaciones implican importancia en la época: el cúmulo delimitaba la temporada de navegación en el Mediterráneo. En la mitología griega, las 7 estrellas principales representan las hijas del Titán Atlas y de la ninfa marina Pleione, las cuales Zeus convirtió en palomas que alzaron vuelo hasta su lugar en el cielo para escapar de Orión, el cazador. Las estrellas más brillantes de Las Pléyades llevan el nombre de las Siete Hermanas: Asterope, Merope, Electra, Maia, Taigeta, Celaeno y Alcione, junto al de sus padres: Atlas y Pleione.

 

M45 contiene más de 1.000 miembros confirmados estadísticamente, sin contar las estrellas binarias no resueltas. El radio del núcleo del cúmulo es de unos 8 años luz y el radio de las mareas gravitacionales alcanza a 43 años luz. Su luz está dominada por estrellas azules jóvenes, calientes y luminosas, que se han formado en los últimos 100-120 millones de años. Se estima que la masa total del cúmulo es de unas 800 masas solares, la mayor parte de esta, pertenece a estrellas más débiles y rojas. El cúmulo contiene muchas enanas marrones que pueden llegar a ser el 25% de la población total del conglomerado, aunque contribuyen con menos del 2% de la masa total. Se estima que el cúmulo sobrevivirá otros 250 millones de años, antes de dispersarse por las interacciones gravitacionales con su vecindario galáctico.

 

Se pensaba que las nebulosas de reflexión alrededor de las estrellas más  brillantes era material sobrante de la formación del cúmulo, pero después de más de 100 millones de años, este debió dispersarse por la radiación y los fuertes vientos estelares de sus componentes principales. Actualmente, se considera que estas nubosidades son nubes interestelares por donde el cúmulo está atravesando.

 

Crédito: Jacinto Artigas, ALDA, Caracas.