La astronomía Azteca   

La civilización Azteca surge después de la caída de la Tolteca, a partir del siglo X dC. Su máximo esplendor lo obtuvo entre los siglos XIV al XVI.

La representación del cielo (masculino) y Tierra (femenino) estaban determinados por Ometecuhtli y Omecíhuatl, respectivamente.

Eras aztecas.

Las eras en la cosmología azteca están definidas por soles, cuyo final estaba signado por descomunales cataclismos.

El primer Sol, Nahui-Oceloti (Jaguar) era un mundo poblado por gigantes que tuvo una duración de 156 años (tres veces 52 años). Fue destruido por jaguares.  

El segundo Sol, Nahui-Ehécati (Viento) duró 364 años (7 veces 52 años) y fue destruido por un huracán.

El tercer Sol, Nahuiquiahuitl, duró 312 años (6 veces 52 años) y fue destruida por una lluvia de fuego.

El cuarto Sol, Nahui-Ati (agua) duró 156 años (3 veces 52 años) y fue destruida por un diluvio.

El Sol actual, Nahui-Ollin (movimiento) está destinado a desaparecer por movimientos telúricos.

El calendario azteca.

El calendario azteca o piedra del Sol es el monolito más antiguo que se conserva de la cultura prehispánica. Se estima su fecha de construcción en el año 1479.

La Piedra del Sol, como se le conoce, es un monolito circular con cuatro círculos concéntricos. En el centro se distingue el rostro de Tonatiuh (Dios Sol) tocado con adornos de Jade y sosteniendo un cuchillo en la boca. Los cuatro soles o eras anteriores, se encuentran representados por figuras de forma cuadrada que flanquean al quinto sol, en el centro.

El círculo más exterior está constituido por 20 áreas que representan los días de cada uno de los 18 meses que constaba el calendario azteca.

Para completar los 365 días del año solar, los aztecas incorporaban 5 días aciagos o nemontemi.

La cosmología azteca.

Para los aztecas, la simple sucesión del día y la noche se encontraba enmarcada en constantes pugnas entre los astros principales. La circunstancia de que a plena luz del día fuese muy difícil observar a la Luna e imposible a las estrellas, era representado con el mito que el sol naciente (Huitzilopochtli) mataba a la Luna (Coyolxauhqui) y a las estrellas.

Para los aztecas, la astronomía era tan importante, que construyó observatorios que les permitió realizar observaciones muy precisas, hasta el punto que midieron con gran exactitud las revoluciones sinódicas del Sol, la Luna y los planetas Venus y Marte.

Al igual que casi todos los pueblos antiguos, los aztecas agruparon las estrellas brillantes en asociaciones aparentes (constelaciones).

Los cometas fueron denominados por ellos “las estrellas que humean”.

Los aztecas no solo desarrollaron la astronomía y el calendario, sino que estudiaron y desarrollaron la meteorología, como una consecuencia lógica de la aplicación de sus conocimientos para facilitar sus labores agrícolas.