El aporte de geógrafos, navegantes y astrónomos de la era moderna       

1252.

        Alfonso X, rey de León y Castilla, de quien se dijo que abandonó la corona por el astrolabio y olvidó la Tierra por el cielo, publica “Los libros del saber de Astronomía”, las célebres “Tablas Alfonsinas”, confeccionadas en Toledo por astrónomos árabes y moriscos. Fuertemente arabizadas, las Tablas Alfonsinas constituyen el puente entre las tradiciones griegas y árabes y una de las razones fundamentales de la gran cantidad de nombres propios de origen árabe en el firmamento de hoy día.

 

        Los viajes al Sur de África, el descubrimiento de América y los viajes de circunnavegación del planeta, permitieron observar estrellas desconocidas hasta ese entonces y los astrónomos, siguiendo las tradiciones de la antigüedad, comenzaron a “crear” nuevas constelaciones.

 

        Sobreviene una época en donde navegantes, geógrafos y posteriormente astrónomos, comienzan a asaltar el firmamento con sus creaciones. Esta circunstancia trajo cierto caos en la disposición de las constelaciones en el cielo, sin mencionar a los aduladores de oficio, que buscando prebendas de un rey, lo propusieron “trasladar” al cielo. De esta circunstancia no se escaparon astrónomos famosos como Flamsteed o Bode. Es notoria la propuesta de Bode, que para colocar en el cielo la constelación “Regalías de Federico II”, tuvo que hacer espacio “apartando” la mano de “Andrómeda”, que en los registros aparecía extendida desde hacía más de 3.000 años. O los esfuerzos de la Santa Inquisición, por cristianizar todo el cielo, sacando a las constelaciones “paganas” del cielo.

 

        Varias de las nuevas constelaciones propuestas por geógrafos y navegantes, sólo recibieron aceptación al ser consideradas y cartografiadas en una obra de un astrónomo famoso. De manera similar, varias constelaciones propuestas por astrónomos, incluso en obras famosas, no contaron con la aceptación de navegantes y geógrafos y fueron cayendo en desuso.

 

1503.

        Americo Vespucio, en sus viajes a los mares del Sur, escribe sobre dos nuevas constelaciones: la Cruz y el Triángulo del Sur.

 

1548-1551.

        Gerhard Kramer (Gerardus Mercator) en sus globos ubica 51 constelaciones (para la época asterismos) con un total de 934 estrellas. Se representa por primera vez la constelación de Cabellera de Berenice (Coma Berenice).

 

1595.

        El navegante holandés Pieter Dirkszoon Keyser, asistido por Frederick de Houtman, cartografía un conjunto de constelaciones para sus cartas marinas entre las que se encuentran:

 

1.          Apus: el ave del Paraíso.

2.          Chamaéleon: el camaleón.

3.          Dorado: el pez.

4.          Grus: la grulla.

5.          Hydrus: la hidra macho.

6.          Indus: el indio.

7.          Musca: la mosca.

8.          Pavo: el pavo real.

9.          Phoenix: el ave fénix. 

10.     Tucana: el tucán.

11.     Volans: el pez volador.

 

1602.

        Se edita de manera póstuma el catálogo de Tycho Brahe (1546-1601). En él se disponen 46 constelaciones con un total de 777 estrellas. La adopción de un número cabalístico para la cantidad de estrellas revela que este astrónomo estuvo fuertemente influenciado por la astrología.

En su catálogo separó el asterismo de Cabellera de Berenice de la constelación de la Virgen y la convirtió en constelación.

 

1603.

        El astrónomo alemán Johann Bayer publica su obra Uranometria, en donde incluye las 48 constelaciones de Ptolomeo, 12 nuevas dispuestas en los cielos del hemisferio Sur y un total de 1.709 estrellas.

 

        Además, introduce una nomenclatura que todavía se usa en la actualidad: clasifica las estrellas en orden de brillo y las identifica con una letra griega, correspondiéndole alfa (a) a la más brillante, beta (b) a la siguiente y así sucesivamente.

 

        Las constelaciones que aparecen en Uranometria son:

 

12.     Apus: el ave del Paraíso.

13.     Chamaéleon: el camaleón.

14.     Dorado: el pez.

15.     Grus: la grulla.

16.     Hydrus: la hidra macho.

17.     Indus: el indio.

18.     Musca: la mosca.

19.     Pavo: el pavo real.

20.     Phoenix: el ave fénix.

21.     Triangulum Australe: el triángulo del Sur.

22.     Tucana: el tucán.

23.     Volans: el pez volador.

 

1624.

        El astrónomo alemán Jakob Bartsch (Bartschius) publica su obra “Planisphaerium Stellatum”. En ella introduce varias constelaciones de las cuales 3 permanecen hasta la actualidad.

 

        Estas constelaciones son:

  1. Monoceros: el unicornio

  2. Camelopardalis: la jirafa

  3. Cruz: la cruz.  

 

1690.

        Johanes Hevelius publica su obra “Firmamentum Sobiesciannum” en donde inserta 11 constelaciones:

 

1.          Columba: la paloma.

2.          Camelopardalis: la jirafa.

3.          Canes Venatici: los perros de caza

4.          Lacerta: el lagarto.

5.          Leo Minor: el león menor.

6.          Lynx: el lince,

7.          Musca: la mosca.

8.          Scutum Sobieski: el Escudo de Jan III Sobieski, rey de Polonia

9.          Sextans: el sextante

10.     Vulpecula: la zorra

 

1750

        Nicolas-Louis de Lacaille (1713-1762), un abad, astrónomo y matemático francés, se trasladó hacia el cabo de África del Sur y trabajo entre los años 1750 y 1751, observando y escudriñando las disposiciones de estrellas en el hemisferio Sur Celeste. En su obra Coelum australe stelliferum, publicada en 1763, incluye 14 nuevas constelaciones cuyos nombres tienen la particularidad de que representan objetos de uso común de artesanos y científicos o  inventos resaltantes para el momento. Es así como en el cielo comienzan a mezclase la mitología con la ciencia y la cotidianidad.

 

        Lacaille también tiene el atrevimiento de desmembrar a la antigua constelación de Navío Argos, en tres más pequeñas Popa, Quilla y Vela.

 

        En su obra aparecen 17 nuevas constelaciones:

 

1.          Antlia: la máquina neumática.

2.          Caelum: el buril.

3.          Carina: La quilla del navío Argos.

4.          Circinus: el compás.

5.          Fornax: el horno químico.

6.          Horologium: el reloj.

7.          Mensa: la mesa.

8.          Microscopium: el microscopio.

9.          Norma: la escuadra.

10.     Octans: el octante.

11.     Pictor: el caballete del pintor.

12.     Puppis: La popa del navío Argos.

13.     Pyxis: la brújula.

14.     Reticulum: la retícula.

15.     Sculptor: el taller del escultor.

16.     Telescopium: el telescopio.

17.     Vela: La vela del navío Argos.