Las Leónidas: Una verdadera tormenta meteórica    

por Jesús A. Guerrero Ordáz.

Asociación Larense de Astronomía, ALDA.

publicado en el diario El Impulso, 12nov2002.

Una de las lluvias de meteoros más impresionantes que existe, promete para este año deslumbrar a los observadores del continente americano. A pesar de la luz de la Luna, se estima que esta lluvia será una verdadera granizada de meteoros.

 

¿Por qué ocurren las lluvias de meteoros?

Las lluvias de meteoros ocurren cuando la Tierra, en su desplazamiento en torno al Sol, se encuentra con los conductos de polvo cósmico existente en el Sistema Solar. El ingreso de las partículas sólidas de ese polvo cósmico a la alta atmósfera de nuestro planeta, produce la incandescencia de las mismas, generando un trazo meteórico en el cielo, también conocido como una “estrella fugaz”.

Desde mediados del siglo XIX se sabe que estos conductos de materia se producen por el paso de cometas. Las partículas de polvo y los gases que se subliman del núcleo del cometa, constituyen los componentes fundamentales de estos conductos de materia. Se entiende por sublimación, al tránsito de un estado sólido a gaseoso, sin pasar por el estado líquido.

La atmósfera de la Tierra actúa como un escudo al incinerar estas partículas, produciendo la incandescencia que las hace visibles, como un ligero trazo luminoso en el cielo. Estas partículas de polvo son muy pequeñas (del orden de décimas de milímetros). Las partículas más grandes producen una mayor luminosidad, por lo que se denominan “bólidos”.

Estas partículas sólidas, cuando penetran de manera ocasional,  producen lo que las personas conocen como una “estrella fugaz”, pero cuando penetran en grupos, se conocen con el nombre de “lluvia de meteoros”. Cuando la lluvia es muy intensa, recibe el nombre de “tormenta de meteoros”.

Al producirse una lluvia de meteoros, por un efecto de perspectiva, se percibe que los mismos parten de un punto único en el cielo. Este punto recibe el nombre de “radiante”. El radiante le da el nombre a la lluvia de meteoros. Para el caso de las “Leónidas” el radiante se encuentra en la constelación del León (Leo). De manera similar, se tienen otras lluvias cómo las “Oriónidas” (parten de la constelación de Orión), las Cétidas (de Cetus, la Ballena)  y muchas más.

¿Qué cometa originó las Leonidas?

Para el caso de las Leonidas, la Tierra penetra los conductos de materia dejados por el cometa 55P/Tempel-Tuttle, entre los días 16 al 20 de noviembre de cada año. Para el año 2002, el punto máximo de la lluvia ocurrirá en la madrugada del día martes 19 de noviembre, cuando la Tierra penetre el conducto de materia dejado por el cometa en su órbita del año 1866.

 

Explosión de bólido

El cometa 55P/Tempel-Tuttle cumple una órbita cada 33 años y su último paso por las cercanías del Sol ocurrió en el mes de febrero del 1998. Para ese año, la Tierra no pasó por el conducto principal de materia y la cantidad de meteoros que se observaron fue de unos 400 por hora.

Cosa distinta ocurrió en el año 1966, cuando se observaron unos 30.000 meteoros por hora (una verdadera tormenta). Para ese entonces, la Tierra ingresó en el conducto de materia dejado por el cometa, en su paso de Enero de 1965. Los registros históricos de esta lluvia de meteoros nos lleva al reporte realizado por Alejandro de Humboltd, en el año 1799, quien observó más de 5.000 meteoros desde la ciudad venezolana de Cumana. 

 

¿Qué se espera para el año 2002?

Para este año se espera que la cantidad de meteoros por hora se encuentre entre los 1.000 y 2.000 meteoros. Cómo la mayoría de las partículas de polvo que producen esta lluvia es más grande de lo común, los meteoros son muy brillantes. Estos meteoros muy brillantes, conocido con el nombre de bólidos, pueden dejar estelas o trazos en el cielo e incluso hasta llegar a explotar. 

La presencia de la Luna llena en el cielo, va a disminuir la cantidad de meteoros que podamos observar, pero cómo la cantidad de meteoros brillantes es muy grande, el espectáculo puede todavía ser impresionante. Durante la lluvia del año pasado (Leónidas 2001), se lograron observar más de mil meteoros brillantes,  cuando las estimaciones eran de unos 500 meteoros por hora. Ahora, con la presencia de la Luna y una estimación entre mil y dos mil meteoros, se pueden observar entre 500 a 700 meteoros, lo que sería extremadamente bueno.

¿Cómo y cuando observar?

Para observar meteoros no se necesitan instrumentos ópticos, sólo los ojos. Para una lluvia tan intensa y prolongada como las Leónidas, el observador debe disponerse a pasar toda la noche en vela. A pesar que el máximo está previsto para las 5:00 AM, los meteoros comienzan a observarse a partir de la medianoche.

Este año, el punto del radiante va a poder ser ubicado con facilidad, ya que el planeta Júpiter se va a encontrar muy cerca de él. El planeta Júpiter se observa como una estrella muy brillante.

Para estar cómodo durante la observación, vístase con ropa que suministre un buen abrigo. De igual manera, consiga una silla de extensión o una colchoneta para poder ubicarse de manera que se le facilite la observación. No se requiere de binoculares o telescopios. Si desea contabilizar la cantidad de meteoros que observa, basta con lápiz y papel o una grabadora.

Al momento de realizar la observación, busque una orientación que le permita colocar la luz de la Luna, hacia la espalda, de manera que no le afecte el reflejo en los ojos. El brillo de la Luna es magnificado por las partículas en suspensión que flotan en el aire, así que lugares cercanos a terrenos baldíos, no son buenos.

Al momento del máximo, la Luna se encontrará a baja altura hacia el horizonte Oeste. Esta situación puede ayudar para observar la mayor cantidad de meteoros posible.

El color de los meteoros.

Un reporte importante que puede realizar es determinar el color de los meteoros de las Leonidas. El color es un aspecto determinante en la composición del meteoros y por ende de la composición del conducto de materia expulsada del núcleo del cometa Tempel-Tuttle.

Si bien todavía es un aspecto en estudio, los elementos químicos más comunes en la composición de los meteoros son el Cobre, Sodio, Calcio, Litio, Potasio, Galio, Selenio, Plomo y Bario.

Los colores más comunes en los meteoros o bólidos son el Blanco, Amarillo, Anaranjado, Rojo, Violeta, Azul y Verde.