El giro retrógrado de Venus      

por Jesús A. Guerrero Ordáz.

Asociación Larense de Astronomía, ALDA.

Los primeros astrónomos que realizaron observaciones telescópicas de Venus no pudieron determinar su velocidad de giro por una circunstancia específica del planeta: La espesa atmósfera.

A pesar del intenso escrutinio realizado por los observadores, los telescopios visuales sólo podían penetrar hasta donde las espesas nubes se lo permitiesen.

No fue sino hasta 1961, después del advenimiento de la radioastronomía, que los astrónomos pudieron atravesar la densa capas de nubes y asomarse a la superficie del planeta. Sin embargo, lo que descubrieron los confundió totalmente: el giro del planeta Venus es retrógrado (gira en dirección opuesta a su desplazamiento en torno al Sol).

Los astrónomos comenzaron a suponer que algo catastrófico tenía que haber ocurrido en la formación del planeta y sugirieron la posibilidad de un impacto con algún asteroide.  

Recientemente, nuevos modelos matemáticos desarrollados han sugerido la hipótesis que la teoría catastrófica, tal vez, no sea la causa. Dos científicos planetarios, Alejandro Correia y Jacques Laskar, del Astronomie Systemes Dynamiques, Francia, han desarrollado un modelo que busca explicar la causa del movimiento retrógrado del planeta Venus. En el mismo se establece que al comienzo el planeta giraba "normalmente". La densa atmósfera venusina comenzó a producir torques gravitatorios y las fuerzas de fricción entre la atmósfera y el propio planeta, terminaron por frenar la rotación del mismo, hasta el punto que comenzó a hacerlo en sentido retrógrado. Este modelo y el trabajo de investigación fue publicado en la revista científica Nature, el 14 de junio del 2001.