Las cinco grandes extinciones masivas de especies       

 

 

Por: Viviane Richter, escritora científica. Melbourne, Australia. Junio 2017

Traducción y comentarios: Jesús A. Guerrero Ordáz. ALDA.

 

Los biólogos sospechan que estamos viviendo la sexta extinción masiva de especies. La Tierra ha sido testigo de cinco grandes extinciones anteriores, en donde más del 75% de las especies ha desaparecido. Los paleontólogos han podido detectar estas extinciones debido al registro fósil mundial, en donde especies, algunas de ellas icónicas como las que se muestran en este trabajo, han dejado su huella en las rocas o debido a su contextura. "No siempre sabemos lo que causó este fenómeno, pero en la mayoría de los casos, tiene algo que ver un rápido cambio climático", dice el paleontólogo Rolf Schmidt del Museo de Melbourne.

 

A continuación se describen a grandes rasgos el período, las causas más probables y la especie icónica desaparecida en cada una de ellas.  

 

Ordovícico.

 

Graptolitos_Ordovicico.jpg

Fin del Ordovícico, hace 444 millones de años. El 86% de las especies desapareció. En la roca, Graptolitos con tamaños entre 2 y 3 cm de longitud.

Crédito: Jaime Murcia. Museo Victoria.

 

Los Graptolitos, como la mayoría de la vida en el Ordovícico, eran criaturas marinas. Eran animales que se alimentaban por filtración y se reunían en colonias. Su desaparición duró aproximadamente un millón de años y probablemente fue causada por un corto pero severo cambio climático, en donde el planeta se enfrió repentinamente debido a la elevación de la cordillera de Los Apalaches. Los silicatos de las rocas recién expuestas aspiraron el CO2 de la atmósfera, enfriando el planeta. El enfriamiento del planeta produjo su congelación, haciendo reducir los niveles del mar.

 

Devónico.

 

Trilobite_Devónico.jpg

En la extinción del Devónico tardío, hace 375 millones de años, el 75% de las especies se perdió, como este Trilobite, con unos 5 cm de longitud. Crédito de la imagen: Chip Clark/ Instituto Smithsonian.

 

Los Trilobites fueron los más diversos y abundantes de los animales que aparecieron en la explosión del Cámbrico hace 550 millones de años. Su gran éxito se debió a que poseían una armadura con puntas protectoras y ojos multifacéticos. Sobrevivieron a la primera gran extinción, pero casi fueron exterminados en la segunda. La causa más probable de esta segunda extinción fue el surgimiento de las plantas terrestres. Durante el Devónico cubrieron gran parte de la corteza terrestre y sus raíces liberaron una gran cantidad de nutrientes que al llegar a los océanos provocaron la proliferación de algas. La gran cantidad de algas agotaron el oxígeno del agua, sofocando a los habitantes del fondo marino como los trilobites.

                                        

Pérmico.

 

Coral tabular_pérmico.jpg

Finales del Pérmico, hace 251 millones de años, el 96% de las especies se extinguió, como este Coral tabular, de 5 cm de tamaño.

Crédito: Jaime Murcia/ Museo de Melbourne.

 

Conocida como "La gran mortandad", es con mucho el peor evento de extinción que haya ocurrido en la Tierra, ya que el mismo casi terminó con la vida en nuestro planeta. Una de las especies que se perdieron en este evento fueron los corales tabulados, que hoy día son un grupo totalmente diferente. ¿Qué causó esta extinción? Una tormenta perfecta de catástrofes naturales. Una erupción cataclísmica cerca de Siberia liberó grandes cantidades de CO2 a la atmósfera. Bacterias metanogénicas respondieron con eructos de metano, un potente gas invernadero. Las temperaturas globales aumentaron, mientras que los océanos se acidificaron y estancaron. Estas circunstancias produjeron emisiones de gas sulfuro de hidrógeno, altamente venenoso. "Se establece la vida de hace 300 millones de años", dice Schmidt. Rocas después de este período no registran arrecifes de coral o depósitos de carbón.

 

Triásico.

 

Dientes de Conodonto_Triásico.jpg

Final del Triásico, hace 200 millones de años, el 80% de las especies perdido. Dientes de Conodonto con 1 mm de longitud.

Crédito: Paul Taylor /Museo de Historia Natural.

 

Los paleontólogos estaban muy preocupados acerca del origen de estos fragmentos con dientes, confundiéndolos con trozos de almejas o esponjas. Pero el descubrimiento de un fósil intacto en Escocia en la década de 1980 finalmente reveló su dueño - un vertebrado sin mandíbula parecido a la anguila, el cual fue bautizado con el nombre de Conodonto que contaba con este notable conjunto de dientes que recubrían su boca y garganta. Estas criaturas fueron una de las primeras estructuras construidas a partir de hidroxiapatita, un mineral rico en calcio que sigue siendo un componente clave de nuestros propios huesos y dientes en la actualidad. De todas las grandes extinciones, la del Triásico es la más enigmática, ya que los científicos todavía no han encontrado una causa clara de su ocurrencia.

 

Cretácico.

 

Ammonite_Cretásico.jpg

Final del Cretácico, hace 66 millones de años, el 76% de todas las especies perdidas. Amonita con longitud de 15 cm.

Crédito: Jaime Murcia / Museo Victoria.

 

Las suturas de hojas delicadas adornan esta cáscara que representan uno de los diseños más avanzados de ingeniería biológica, proporcionando la fortificación de la amonita, necesaria para soportar la presión de inmersiones profundas en busca de su presa. Los dinosaurios podrían haber gobernado en tierra firme durante el período cretáceo, pero los océanos pertenecían a los amonites. La actividad volcánica y el cambio climático ya habían colocado a los amonites bajo un alto riesgo de extinción, pero el impacto de un asteroide, que acabó con el reinado de los dinosaurios, proporcionó el golpe final. Sólo unas pocas especies de amonites menguantes sobrevivieron. Hoy en día, el amonite más antiguo que subsiste es el Nautilo. ¿Sobrevivirá la sexta gran extinción?