La
odisea del Apolo 11
“HOUSTON, AQUÍ
BASE DE
EL AGUILA HA
DESCENDIDO”
La década de los sesenta es recordada por muchos como una época dorada. Para otros, en cambio, despierta las más hostiles pasiones. Pero nadie puede situarse ante ella de manera apática e indiferente. En efecto, fueron los días en que los Beatles enloquecieron a las multitudes con su música y los hippies revolucionaron al mundo.
También fueron los días del Mayo Francés. El boxeador Muhammad Alí escandalizó al mundo al negarse a ir a la guerra de Vietnam y al participar en las luchas por los derechos civiles de los negros, movimientos éstos liderizados por Malcom X y Martin Luther King Jr., quienes más tarde fueron asesinados por fanáticos extremistas. También fue asesinado un Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, y su hermano Robert corrió con la misma suerte cuando se perfilaba como el candidato de más opción para las elecciones presidenciales de 1968.
Una
década tan electrizante no podía cerrar mejor que con el logro de lo
que fue siempre un sueño fantástico: poner a un hombre en la luna.
El 20 de Julio de 1969, por vez primera un ser humano posó la
planta de su pie en otro cuerpo celestial.
El honor fue para el astronauta estadounidense Neil A. Armstrong,
en la misión Apolo XI. De
esta manera se materializaba el sueño del escritor francés Julio
Verne, quien 104 años antes había escrito la novela “De
La
exploración espacial comenzó en realidad en la década del cincuenta y
llenó la de los sesenta con hechos de gran significación histórica
para la humanidad, como el que por primera vez un ser humano fuese al
espacio y orbitase
Ante
el Congreso de los Estados Unidos, Kennedy pronuncia estas palabras:
“Por
consiguiente pido al Congreso, por encima y más allá de los
incrementos que he pedido antes para la actividad espacial, que provea
los fondos, los cuales son necesarios para conseguir las siguientes
metas nacionales:
Primero,
yo creo que esta nación debe proponerse a si misma lograr la meta,
antes de que la década termine, de descender a un hombre en
|
|
A
la derecha, Yuri Gagarin, Cosmonauta Soviético, primer humano en ir al
espacio el 12 de Abril de
Esta
fue la esencia de su discurso para proponer la meta lunar.
Durante su campaña en pro de este objetivo, repetidamente usó
frases como “la clave de nuestro futuro en
Como
es de esperar, esto causó conmoción en los Estados Unidos y en el
mundo. Había multitudes en
contra de este propósito y multitudes a favor.
El Presidente Kennedy defendió su posición con mucha firmeza.
En uno de sus más electrizantes discursos, en Septiembre de
1961, mientras visitaba Houston, Texas, dijo:
“Unos
dicen, ¿Por qué ir a
Konstantin
E. Tsiolkovski, el padre de la cohetería rusa, dijo:
“
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|
A
la izquierda, Konstantin Tsiolkovsky, el padre de la cohetería Rusa. A
la derecha el Dr. Robert Goddard, padre de la cohetería estadounidense.
El
poner a un hombre en
El
descenso tripulado a
Además,
El potencial de los beneficios a obtener de la exploración espacial no se podía imaginar en aquel entonces. Aún, treinta y cinco años después de la hazaña del Apolo XI, seguimos sin percatarnos de todas las ventajas y desarrollos que ha traído al hombre la exploración espacial.
Para el momento cuando Kennedy propuso el Programa Lunar, el Proyecto Mercury estaba en ejecución. El Proyecto Apolo fue entonces aprobado como el programa de vuelos tripulados que llevaría a cabo muchos estudios para determinar la factibilidad de varios tipos de misiones, así como diferentes métodos para lograr el descenso.
Los
tres principales métodos considerados para ese viaje a
Finalmente en Jullio de 1962, el tercer método, llamado “Cita en Orbita Lunar” (Lunar Orbit Rendezvous) fue seleccionado, después de estudiar exhaustivamente las ventajas y desventajas de cada uno de los métodos propuestos. Pero pasar del Proyecto Mercury al Apolo era un salto tecnológico muy brusco. Allí surgió el Proyecto Géminis, para servir de enlace entre el Mercury y el Apolo.
Luego
del éxito del Proyecto Mercury, el Géminis fue ejecutado.
Este también fue un éxito.
Muchos adelantos tecnológicos hacían ver que sí era posible ir
a
El
vehículo espacial Apolo no puede ser descrito en términos sencillos,
ni en pocas palabras. La
mejor manera es describirlo por sus componentes mayores.
Este vehículo sería lanzado por el poderoso cohete “Saturno
V”, especialmente diseñado por el prodigioso cerebro de Wernher Von
Braun. Dicho cohete consistía
de tres etapas: la primera era llamada S-IC, tenía
La
segunda etapa era
La
tercera etapa era
El
vehículo Apolo propiamente dicho, iba montado sobre el Saturno V. Sobre
la tercera etapa,
El
Módulo de Servicio iba encima del Adaptador del Módulo Lunar y era de
forma cilíndrica, con una altura (o longitud) de
El
Módulo de Comando era de forma cónica y viajaba montado sobre el módulo
de Servicio. Tenía una base
de
Por
último, el Módulo Lunar consistía de dos secciones, la de descenso,
la cual se quedaba en
Todo
el vehículo espacial Apolo con su poderoso Saturno V medía
Cuando
iba a volar el primer Apolo, la exploración espacial estadounidense
cobró sus primeras víctimas. El
27 de Enero de 1967 los astronautas Virgil Grissom, Edward White y Roger
B. Chaffee perdieron sus vidas en la plataforma de lanzamiento, en un
accidente durante una práctica. Fue
este un duro golpe para
El
21 de Diciembre de 1968, el Apolo 8 realizó el primer vuelo de órbita
lunar tripulado. Demostraba
así el vehículo espacial Apolo que era capaz de entrar en la órbita
de
Finalmente
llegó la misión que esperaba toda la humanidad:
el Apolo XI. Todo el
mundo escuchó nerviosamente la voz del Centro de Lanzamientos cuando
decía para el mundo a través de la radio y la televisión:
“Este
es el Control de Lanzamiento del Apolo 7.
Estamos listos para el Apolo XI.
La misión Apolo: el vuelo para descender al primer hombre en
|
|
Dos
vistas del momento del despegue del Apollo XI, el 16 de Julio de 1969.
El poderoso Saturno V, la creación de Werner Von Braun, alzaba así el
histórico vuelo.
Y
en este incandescente y estruendoso instante, el incansable esfuerzo de
miles durante una década y los sueños de millones a través de los
siglos convergían, mientras el majestuoso cohete Saturno V catapultaba
al hombre hacia la historia y la humanidad hacia el futuro.
El 16 de Julio de 1969, exactamente a las 9:32 AM hora del Este
de los Estados Unidos, el corazón del mundo entero se detuvo momentáneamente,
mientras tres astronautas estadounidenses: Neil A. Armstrong, Edwin
Aldrin Jr., y Michael Collins, dejaban el mundo que probablemente nunca
más sería el mismo y surcaban el Cosmos rumbo al primer descenso del
hombre en otro cuerpo celestial:
El épico viaje del Apolo XI había comenzado. Los siguientes tres días y medio consiguieron al Apolo XI surcando los cielos. Y mientras las hazañas del hombre y la tecnología eran llevadas a cabo sin error alguno, los ojos y corazones del mundo seguían a la nave espacial cuando ésta era disparada hacia la órbita terrestre y de allí lanzada a su trayectoria lunar.
El mundo se maravillaba mientras la tripulación maniobraba delicadamente la separación y el acoplamiento del Módulo de Comando, codificado “Columbia” y el Módulo Lunar, codificado “El Aguila” y después enviaba a la sección remanente del cohete Saturno V a una órbita solar.
La
humanidad esperó pacientemente mientras el Apolo XI viajó por dos días,
confiadamente acercándose a su objetivo lunar.
Al tercer día entró en la órbita lunar y mientras se
aprovechaba de la gravedad selenita, permanecía en órbita alrededor de
El
Centro Espacial de Houston seguía muy de cerca todos los
acontecimientos y había gran tensión cuando se escuchaba a Armstrong
reportando el descenso. Y
llegó el momento cuando se oyó: “Houston,
aquí Base de
Pero
los astronautas sí vivieron un momento realmente dramático durante el
descenso y aquí una vez más la sangre fría de Armstrong salió a
relucir. Ya sobre la
superficie de
“Houston,
esto puede haberles parecido una fase final muy larga, pero el automático
(piloto) nos estaba llevando hacia un cráter del tamaño de un campo de
fútbol, rodeado de un número grande de montañas y rocas el doble del
diámetro del cráter. Y
esto requirió que nosotros volásemos manualmente sobre el campo rocoso
para encontrar un área razonablemente buena”.
El
combustible estaba calculado solo para llegar a la superficie lunar, y
en esta maniobra estuvieron los astronautas a punto de consumirlo todo.
Las pulsaciones de Armstrong en ese momento llegaron a 156 por
minuto. En el increíble
momento de pisar
Así
llegó la transmisión a la tierra desde la luna, el 20 de Julio de
El
20 de Julio de
Aldrin
desciende el Módulo Lunar. Foto tomada por Neil Armstrong.
Veinte
minutos más tarde, Edwin Aldrin (Buzz) se reunía con Armstrong en la
superficie selenita para pasar también a la historia.
Todo el mundo observaba por televisión los primeros pasos del
hombre en nuestro satélite natural.
Irónicamente, quizás el único hombre que no vio esos primeros
pasos por TV fue Michael Collins, quien orbitaba
Pocos
minutos después de estar Armstrong y Aldrin caminando en
“Hola
Neil y Buzz, estoy hablando
con ustedes por teléfono desde el Salón Oval de
Por
lo que ustedes han hecho, el cielo se ha convertido en parte del mundo
del hombre. Y mientras
ustedes nos hablan desde el Mar de
Por
un momento invalorable en toda la historia del hombre, toda la gente en
esta Tierra es realmente una. Una
en su orgullo por lo que ustedes han hecho y una en nuestras oraciones
para que ustedes retornen a salvo a
Armstrong,
como Comandante de la misión, fue el encargado de responder a Nixon.
Ahora sí demuestra que también tiene emociones y contesta con
la voz cortada por el llanto y la emoción.
“Gracias señor Presidente, es un gran honor y privilegio para nosotros estar aquí... representando... no solo a los Estados Unidos, sino... hombres de...paz de todas las naciones... hombres con interés y una curiosidad... y... hombres con una visión para el futuro. Es un gran honor para nosotros poder participar aquí hoy”.
Luego
de que los astronautas colocaron los experimentos y equipos programados
sobre la superficie de
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Arriba
a la izquierda, Armstrong dentro del módulo lunar luego de la caminata
espacial. En la foto superior a la derecha, el módulo de Servicio y el
de Comando con Michael Collins mientras se aproxima al Módulo Lunar.
Esta era la vista que tenían Armstrong y Aldrin. En la foto inferior a
la izquierda, la vista que tiene Collins desde el Módulo de Comando del
Módulo Lunar en donde vienen Armstrong y Aldrin, luego de convertirse
en los primeros seres humanos en caminar sobre la superficie selenita.
En la foto inferior derecha, los tres atronautas desfilan por la
famosa avenida Broadway de Nueva York, catalogada como las más
multitudinaria concentración en dicha vía en toda su historia.
Razón
tenía Tsiolkovski cuando decía: “El imposible de hoy se convertirá
en el posible del mañana”. La
novela de Verne, tomada en su tiempo como una fantasía, como un
imposible, se hizo realidad 104 años más tarde.
Y es que son impresionantes las similitudes entre lo que escribió
este francés y lo que ocurrió. El
cilindro-cono descrito en la novela tenía
La
exploración espacial no ha terminado, apenas está comenzando.
El hombre nunca dejará de hacerse preguntas acerca del Cosmos
que lo rodea. Siempre la
mente del ser humano estará hambrienta de sabiduría y buscará seguir
haciendo ciencia. Si el
hombre nunca se destruye a sí mismo, no hay duda, de que un día viajará
a las estrellas. El hombre
es parte del Cosmos y el hacer ciencia es una manera del Cosmos
conocerse a sí mismo.
BIBLIOGRAFIA:
1.GATLAND, Kenneth.
“The Illustrated Encyclopedia of Space Technology”.
Harmony Books.
2.Lunar Landing:
“Man on the Moon”.
Doubleday & Company, Inc., por Cinema Sounds Ltd.
T-1861.
3.WILFORD, John Noble.
“We Reach the Moon”.
Bantam Books. The New
York Times,
4.Folleto
de
EL
MATERIAL ORIGINAL FUE PREPARADO POR EL ING. ANDRÉS ELOY MENDOZA
RODRIGUEZ PARA